Y Jesús dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos una sola carne, de manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.
Mateo 19,5-6
Matrimonio
La unión de un hombre y una mujer ha existido desde siempre, Jesús vino a reafirmar este hecho, y no solo eso, sino a bendecirlo y más, cuando los fariseos por envidia querían que Jesús cayera en alguna contradicción, le preguntaron acerca de este tema, veamos que pasó.
Se le acercaron unos fariseos y lo pusieron a prueba con esta pregunta: «¿Está permitido a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?» Jesús respondió: «¿No han leído que el Creador al principio los hizo hombre y mujer y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.» Los fariseos le preguntaron: «Entonces, ¿por qué Moisés ordenó que se firme un certificado en el caso de divorciarse?» Jesús contestó: «Moisés vio lo tercos que eran ustedes, y por eso les permitió despedir a sus mujeres, pero al principio no fue así. Yo les digo: el que se divorcia de su mujer, fuera del caso de unión ilegítima, y se casa con otra, comete adulterio.»
Mateo 19,3-9
¿Te diste cuenta? Jesús nos recuerda como ha sido desde un inicio, esto también lo podemos ver en el antiguo testamento, ¡si, en el primer libro de la Biblia!
Génesis 2,24
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne.
Sirácides (Elcesiástico) 36,24-25
El que adquiere una Esposa tiene el comienzo de la fortuna, una ayuda adecuada a él y una columna donde apoyarse. Donde no hay valla, la propiedad es saqueada, y donde no hay mujer, el hombre gime y va a la deriva.
Jesús también nos dejó claro cosas acerca del adulterio, para que contemos con un corazón cada vez más puro y más cerca de Él, cada vez que nos acercamos más a Cristo, vamos a Amar más a nuestra Esposa, lo mismo para ella, pero veamoslo con las palabras de Jesús:
Ustedes han oído que se dijo: «No cometerás adulterio.» Pero yo les digo: Quien mira a una mujer con malos deseos, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Mateo, 5, 27-28
Para nosotros todos los Varones; Hoy día, es muy común que se minimicen los pecados, se escuchan frases como; “Solo la miré un poquito”, “¡¿Qué, soy hombre no?!”, cumplir la palabra de Dios, es toda una aventura, comencemos por no minimizar lo que en realidad está mal, y luchemos por hacerlo bien.
Acerca del divorcio
También se dijo: «El que se divorcie de su mujer, debe darle un certificado de divorcio.» Pero yo les digo: Si un hombre se divorcia de su mujer, a no ser por motivo de infidelidad, es como mandarla a cometer adulterio: el hombre que se case con la mujer divorciada, cometerá adulterio.
Mateo 5,31-32
Como dice un buen amigo; No hay Matrimonios perfectos, hay Matrimonios que se Aman y hay la llevan. El asunto de la relación de pareja es extremadamente especial, pero ánimo, solo recordemos que Dios debe ser la tercera persona del Matrimonio, esto es para los que creían que el Matrimonio solo era de 2. Solo Ama a tu Esposa, Ama a tu Esposo, esto implica tolerancia, comprensión disciplina, perdón, empatía, mansedumbre, paciencia, humildad, ¿son muchas cosas? ¡claro! Es por eso que no estamos solos, el Espíritu de Dios está con nosotros y se encargará de brindarnos todo esto, incluyendo la Sabiduría. ¡Ánimo!
San Pablo VI papa 1963-1978
Discurso del 04/05/1970 a los Equipos de Nuestra Señora
“Dios creó al hombre a su imagen…, los creó varón y mujer.” (Gén 1,27)
Como nos enseña la Santa Escritura, el matrimonio, antes de ser un Sacramento, es una gran realidad terrena: “Dios creó al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó” (Gén 1, 27). Es necesario siempre volver a esta primera página de la Biblia, si se quiere comprender lo que es, lo que debe ser una pareja humana, un hogar… La dualidad de sexos ha sido querida por Dios, para que juntos el hombre y la mujer sean imagen de Dios, y como Él, fuente de vida: “Creced y multiplicaos, llenad la tierra y dominadla” (Gén 1, 28). Una lectura atenta de los Profetas, de los libros sapienciales, del Nuevo Testamento, nos muestra la significación de esta realidad fundamental, y nos enseña a no reducirla al deseo físico..., sino a descubrir en ella el carácter complementario de los valores del hombre y de la mujer, la grandeza y las debilidades del amor conyugal, su fecundidad y su apertura al misterio del designio de amor de Dios. Esta enseñanza conserva hoy día todo su valor y nos defiende contra las tentaciones de un erotismo destructor… El cristiano sabe que el amor humano es bueno por su origen, y si ha sido, como todo lo que existe en el hombre, herido y deformado por el pecado, encuentra en Cristo su salvación y su redención… Muchas parejas han encontrado realmente en su vida conyugal el camino de la santidad, en esta comunidad de vida que es la única que puede fundarse sobre un sacramento. La regeneración bautismal obra del Espíritu Santo (cf. Tit 3, 5), nos convierte en criaturas nuevas (cf. Gal 6, 15), “llamadas a vivir una vida nueva” (Rom 6, 4). Esta gran empresa de renovación de todas las cosas en Cristo, el matrimonio, también él, purificado y renovado, es una realidad nueva, un sacramento de la nueva alianza. Y he aquí que en los umbrales del Nuevo Testamento, como en el dintel del Antiguo, se yergue un matrimonio. Pero, mientras que el de Adán y Eva fue la fuente del mal que se ha desencadenado en el mundo, el de José y María es la cima de donde desciende la santidad por toda la tierra.
Bodas de Caná
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga». Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete». Así lo hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su o rigen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y les dijo: «Siempre se sirve primero el bu en vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento». Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Juan 2,1-11
Señales de Jesús
La semana del descubrimiento termina conlas bodas de Caná. ¡Sí, Jesús estuvo en la boda, entre cantos y baile! Parece que viniera a santificar con su presencia tanto nuestras fiestas y conviviencias como la unión conyugal. Comentario Biblia Latinoamericana Edición 1995.
Ahora veamos un video del Padre Angel Espinosa de los Monteros acerca del matrimonio.